Descubre cómo la gestión de proveedores y la evaluación de riesgos de terceros son claves para proteger la cadena de suministro digital frente a ciberataques y amenazas.
Índice
- Ejemplos reales: El impacto de los ciberataques a proveedores externos
- El caso SolarWinds: El ataque a la cadena de suministro digital que cambió el juego
- Kaseya y MOVEit: Ramificaciones para el sector financiero y tecnológico
- Desafíos en la evaluación y gestión de riesgos de terceros
- Mejores prácticas para la gestión de riesgos de terceros en ciberseguridad
- 1. Política estricta de evaluación y selección de proveedores
- 2. Acuerdos claros y revisiones contractuales
- 3. Principio de mínimo privilegio y acceso granular
- 4. Monitorización continua y gestión de identidades
- 5. Formación y concienciación
- 6. Evaluaciones y auditorías periódicas
- Métodos de prevención y herramientas recomendadas
- Estadísticas relevantes y perspectivas de futuro
- Conclusión: Reforzar la resiliencia ante las amenazas a la seguridad por proveedores
La creciente dependencia de empresas en terceros para operar y escalar rápidamente ha transformado los riesgos de terceros en ciberseguridad en un tema existencial que exige atención inmediata. Subcontratistas, proveedores de servicios y consultores acceden cada vez más a sistemas críticos, aplicaciones y datos confidenciales, exponiendo la cadena de suministro digital a amenazas sofisticadas. Este artículo explora cómo ha evolucionado este riesgo, por qué la protección del supply chain en ciberseguridad es ahora una prioridad absoluta, y qué puede hacer tu organización para anticiparse y defenderse de los crecientes ciberataques a proveedores externos.
La colaboración con proveedores y subcontratistas se ha disparado: un estudio citado por RiskRecon revela que el 25% de las empresas utilizan más de 100 proveedores externos, muchos con acceso a recursos internos cruciales. De hecho, el 90% de las organizaciones permite acceso de terceros a sistemas críticos.
Esta exposición masiva convierte la gestión de proveedores en seguridad informática en un punto débil estructural. Grandes brechas como las de SolarWinds, Kaseya y MOVEit** no solo evidenciaron fallos en los controles propios, sino que demostraron cómo una vulnerabilidad en un proveedor puede tener un efecto dominó devastador a escala global.
Los riesgos de terceros en ciberseguridad pueden clasificarse en:
- Riesgos de ciberseguridad: Acceso indebido a datos, sistemas y activos críticos.
- Riesgos operacionales: Interrupción de servicios esenciales, pérdida de productividad y daño reputacional.
- Riesgos legales y regulatorios: Incumplimiento de normativas como ISO 27001, GDPR o HIPAA.
- Riesgos financieros: Pérdidas económicas directas, sanciones y multas significativas.
La falta de controles sólidos puede abrir puertas a ciberatacantes hábiles, que ven en los pequeños proveedores una vía de entrada fácil pero de gran recompensa.
Ejemplos reales: El impacto de los ciberataques a proveedores externos
El caso SolarWinds: El ataque a la cadena de suministro digital que cambió el juego
En 2020, el mundo fue testigo de uno de los mayores incidentes de supply chain en la historia (SolarWinds). Un software de gestión de red ampliamente utilizado fue el vector que permitió a atacantes acceder a miles de empresas y organismos públicos globalmente. La evaluación de riesgos de terceros posterior reveló una profunda falta de visibilidad y control sobre los accesos privilegiados otorgados a proveedores.
Kaseya y MOVEit: Ramificaciones para el sector financiero y tecnológico
En 2021 y 2023, ataques masivos a Kaseya y MOVEit expusieron datos sensibles de cientos de compañías, incluidas entidades bancarias y tecnológicas. Estos incidentes resaltaron la urgente necesidad de proteger el acceso seguro de terceros a sistemas y monitorizar continuamente la seguridad en la cadena de suministro digital.
Desafíos en la evaluación y gestión de riesgos de terceros
Aunque la conciencia sobre el problema crece, existen desafíos considerables:
- Falta de evaluación previa: Más del 51% de las empresas no realiza una verificación de ciberseguridad a los proveedores antes de otorgarles acceso a datos y sistemas críticos (estudio Ponemon Institute).
- Soluciones desintegradas: El uso de herramientas de ciberseguridad e identidad poco integradas dificulta la visión global y la aplicación de políticas consistentes.
- Superficie de ataque ampliada: Las arquitecturas distribuidas, especialmente en banca y telecomunicaciones, multiplican los puntos de entrada potenciales (credenciales expuestas, errores de configuración y tráfico interno mal segmentado).
Falta de habilidades digitales: Un eslabón débil
El 43% de la población carece de competencias digitales básicas, y un 8% nunca ha usado Internet (Estrategia Andaluza de Ciberseguridad, 2023). Estos usuarios, empleados o colaboradores externos, son víctimas propicias de phishing y fraudes, incrementando los riesgos para las organizaciones.
Mejores prácticas para la gestión de riesgos de terceros en ciberseguridad
Frente a un entorno cada vez más hostil, adoptar un enfoque proactivo es fundamental. Estas mejores prácticas para gestionar riesgos de terceros pueden fortalecer la resiliencia de tu organización:
1. Política estricta de evaluación y selección de proveedores
- Implementa un proceso de evaluación de ciberseguridad para subcontratistas que incluya la revisión de controles técnicos, cumplimiento normativo y reputación.
- Prioriza criterios de ciberseguridad durante la selección, no solo precio o velocidad de implementación.
2. Acuerdos claros y revisiones contractuales
- Establece contratos con cláusulas específicas sobre protección de datos y protocolos de ciberseguridad.
- Incluye requisitos de auditorías periódicas y reportes de incidentes de seguridad.
3. Principio de mínimo privilegio y acceso granular
- Limita el acceso de terceros únicamente a los recursos imprescindibles para su misión.
- Implemente el control de acceso basado en roles (RBAC) para asegurar que ningún subcontratista tenga permisos excesivos.
4. Monitorización continua y gestión de identidades
- Utiliza soluciones de Gestión de identidades y accesos (IAM) integradas, que permitan centralizar la visibilidad de todos los accesos de terceros.
- Emplea vigilancia en tiempo real, detección de anomalías y registro de eventos.
5. Formación y concienciación
- Capacita a empleados internos y colaboradores externos en buenas prácticas de ciberseguridad.
- Instruye para identificar intentos de phishing, ingeniería social y fraude.
6. Evaluaciones y auditorías periódicas
- Realiza evaluaciones regulares de riesgos y simulaciones de incidentes para identificar vulnerabilidades potenciales.
- Revisa periódicamente la postura de ciberseguridad de tus proveedores y subcontratistas clave.
Métodos de prevención y herramientas recomendadas
La protección de la cadena de suministro digital requiere una estrategia multicapa y el empleo de tecnologías apropiadas:
- Zero Trust: Adopta este enfoque donde nadie, ni siquiera los proveedores de confianza, tienen acceso sin verificación continua (“never trust, always verify”).
- Multi-factor authentication (MFA): Obliga a todos los terceros a utilizar MFA al acceder a sistemas sensibles.
- Sistemas de detección y respuesta (EDR/XDR): Para monitorear actividad y reaccionar ante comportamientos anómalos en tiempo real.
- Segmentación de red: Limita los movimientos laterales de un atacante que comprometa a un proveedor.
- Herramientas de gestión de riesgos de terceros: Plataformas especializadas que facilitan la evaluación de riesgos de terceros y la creación de un inventario actualizado de accesos.
Estadísticas relevantes y perspectivas de futuro
- Según el Ponemon Institute (2021), el 54% de las violaciones de datos en empresas durante los últimos cinco años se atribuyeron a terceros.
- Un informe de Accenture destaca que las grandes empresas pueden tratar con hasta 5.800 entidades externas, multiplicando los vectores de ataque.
- El incremento de la digitalización y las presiones regulatorias (por ejemplo, DORA en la Unión Europea) hacen que la seguridad en la cadena de suministro digital sea una prioridad regulatoria y estratégica.
Con la sofisticación creciente del ransomware y los ataques dirigidos a supply chain, se espera que los riesgos asociados con la gestión de proveedores en seguridad informática sigan aumentando.
Conclusión: Reforzar la resiliencia ante las amenazas a la seguridad por proveedores
La gestión de los riesgos de terceros en ciberseguridad es un reto estratégico que ninguna organización puede permitirse ignorar. Un solo proveedor comprometido puede acarrear pérdidas masivas, sanciones regulatorias y daños irreparables a la reputación.
Para proteger tu organización y asegurar la continuidad operativa, es imprescindible adoptar las mejores prácticas para gestionar riesgos de terceros, fortalecer los procesos de evaluación y mantener una vigilancia continua sobre subcontratistas y proveedores.
La seguridad en la cadena de suministro digital no es solo responsabilidad del departamento de IT, sino una prioridad de negocio y de gestión de riesgos.
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Fuentes recomendadas: